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2010/05/25

 

 

La Dirección de Euskotren está realizando diversas pruebas dirigidas a incrementar las frecuencias horarias de servicios en el Tranvía de Gasteiz.

 Es incuestionable que los incrementos de frecuencias de tranvías suponen una mejora de servicio en beneficio de los ciudadanos (sobre todo los de la clase trabajadora). Son acciones que desde ELA no sólo apoyamos, sino que forman parte del modelo de sociedad que este sindicato defiende. Una sociedad con un transporte de calidad y público.

 Sin embargo  viene siendo habitual en Euskotren, de un tiempo a esta parte, que cualquier mejora en la productividad descanse sólo en las espaldas de los trabajadores. En este caso, el aumento del número de tranvías los realizamos el mismo número de trabajadores que antes.

 La Dirección de Euskotren incumple los acuerdos alcanzados con los sindicatos. Los descansos pactados hasta ahora entre la empresa y los trabajadores en los turnos de trabajo tenían como objetivo la seguridad de los viajeros y de los propios trabajadores.

 El resultado de este aumento de la productividad supone una  reducción de descansos en la jornada, y una mayor fatiga de los conductores y Operadores de Puesto de Mando.

 Los aumentos de productividad sin un estudio previo y  con la improvisación como bandera sólo pueden traer consecuencias negativas para los usuarios del transporte.

 La Dirección de Euskotren no sólo se niega a negociar con la representación legal de los trabajadores y las trabajadoras, sino que niega cualquier incremento de plantilla que mantenga los criterios de seguridad en el tranvía de Gasteiz.

 Si esto no sería suficiente, el contexto en el que se produce no puede ser más injusto. Al mismo tiempo que a los trabajadores del sector público de  toda Euskadi se les confisca el sueldo y se adelgazan los cargos en las administraciones, en  Euskotren, se doblan los cargos de dirección y se aumentan las jefaturas en más de una decena de personas. Un aumento del 44% en puestos de responsabilidad en el mismo momento en que  Euskotren registra el nivel de temporalidad más alto de toda su historia.