informatzen
2010/06/18 |
ELA euskotren / ELA ets
ANTE
En la huelga que tuvo lugar el día 21 de mayo de 2009, desde ELA avisamos
que se vislumbraba un horizonte lleno de nubarrones para la clase
trabajadora.
El poder económico financiero ha
pasado al ataque, quiere más riqueza,
quiere acabar con el Estado de Bienestar.
La escritora Naomi Klein, en su libro “La doctrina del shock”, explica
claramente cómo todas las crisis son cíclicas, y cómo un tiempo antes de que
tengan lugar los recortes sociales, se encargan de
generar un estado de shock entre
la población utilizando todas las grandes cadenas de información que están a
su servicio, informaciones continuas dirigidas a ese cometido y logrando que
nos mostremos más vulnerables ante
los atropellos que nos tienen preparados.
El poder político, supeditado al financiero (muchos políticos acaban siendo
altos cargos de grandes empresas privadas), nos ha estado preparando para
conseguir una somnolencia social que acepte sus reformas. Se inventó el
“diálogo social” del que
participan CCOO y UGT, logrando ser un
instrumento de desmovilización y de
control social y consiguiendo que
las reformas laborales acaben siendo
rebajas laborales.
Estamos completamente en contra de
la reforma laboral presentada porque:
·
Facilita y abarata el despido.
Cambia la ley para facilitar que los despidos que eran improcedentes sean
procedentes, reduciendo la indemnización de 45 días por año trabajado y un
tope de 42 mensualidades a unos raquíticos 20 días y un tope de 12
mensualidades. Además 8 de esos días no serán pagados por los empresarios,
los pagará el estado, ¿quién paga al estado?
·
Permite incumplir los convenios.
Más flexibilidad laboral, dando más facilidades para modificar sin acuerdo
sindical las condiciones pactadas en convenio (horario, distribución de la
jornada, turnos, funciones…), a través de la figura del “mediador”.
·
Fomenta las agencias privadas de colocación con ánimo de lucro.
Nueva figura que será la encargada de intermediar entre trabajadores y
empresarios, siendo los encargados de fijar las condiciones del contrato
laboral.
·
Elimina restricciones a las ETTs.
Les permite entrar en sectores de los que estaban excluidos, en la
administración pública por ejemplo.
·
No elimina la precariedad laboral.
Con esta reforma resulta más barato despedir a personal con mucha antigüedad
y contratar a jóvenes con contratos precarios.
Desde ELA decimos que sí hay
alternativa, que es necesario una respuesta contundente, que hay cambiar
estas políticas supeditadas al poder económico, que la economía tiene que
estar al servicio de las personas y no las personas al servicio de la
economía de unos pocos, que es hora de que los partidos políticos vascos
dejen de aceptar las imposiciones de Madrid, que necesitamos un nuevo marco
que nos permita decidir en Euskal Herria las políticas necesarias para
defender nuestros derechos laborales y sociales.
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